jueves, 6 de noviembre de 2014

Arequipa La ciudad Blanca Parte 1

Volcán EL MISTI

Arequipa la ciudad fue fundada el 15 de agosto de 1540 bajo la denominacion, de Villa Hermosa de nuestra Señora de la asunta, Su casco histórico fue declarado patrimonio cultural de la humanidad, por la UNESCO, el patrimonio historico y monumental que alberga y sus diversos espacios escenicos y culturales la convierten en una ciudad receptora de turismo nacional e internacional.









AREQUIPA
Nombres y titulaciones

Arequipa fue una de las ciudades del Virreinato del Perú que recibió más intensos halagos Entre la diferentes frases elogiosas encontradas en la literatura para con la ciudad se encuentra una en la obra «La Galatea» del escritor español Miguel de Cervantes Saavedra, donde se menciona que el poeta español Diego Martínez de Rivera al encontrarse en tierra arequipeña se hace referencia a la ciudad con la frase «En Arequipa, eterna primavera.

Asimismo resalta manifiestamente las varias distinciones que mereció sucesivamente por parte de la Corona Española, que concedió los títulos de Ciudad, Escudo de Armas, Muy Noble y Muy Leal, Fidelísima, y el tratamiento de Excelencia.


Muy noble y muy leal


Fidelismo

Un aspecto que distinguía a Arequipa de otras localidades del Perú y de Lima en especial fue la explícita adhesión pública de la ciudad a la corona española y al seguimiento cerrado de las directries provenientes de los reyes de España fenómeno denominado fidelismo y que tuvo como notable defensores a Francisco de Paula Quiroz, Mariano de Rivero, Nicólas Fernández, y José Miguel de Lastarria, esta actitud motivo para que la ciudad en 1805 recibiera el título de Fidelísimapor la Cédula Real.

Desde su fundación española y a lo largo de tres siglos, la ciudad estuvo habitada por familias mayoritariamente de origen español, la cual se manifiesta y era reconocida como fiel seguidora de España, una razón que contribuyo a mantener y fortalecer el Fidelismo fue obviamente la estructura social y el predominio de españoles, sostenido por su alta sociedad y elementos representativos. Otro factor fue el geográfico, pues por su ubicación no fue proclive a recibir influencias de corrientes o movimientos libertarios, Además de ellos la geografía influyó a desvincular a Arequipa de los grandes núcleos aborígenes.

Fidelisima

Las clases gobernantes y dirigentes de la ciudad siempre se manifestaron fieles y leales a la Corona Española durante los siglos XVI y XVII; y en el Siglo XVIII, al producirse los diferentes movimientos y rebeliones indígenas y mestizas, Arequipa conservo su equilibrio político. En el levantamiento de Tupac Amaru II se enfrenta la ciudad con una columna de tropas que armó a su costa, ayudó a destruir el asedio de la ciudad La Paz, lo que le vale el calificativo de «Provincia Restauradora de las del Collao». Por estos servicios el Rey Carlos IV, expide una Real Cédula en la ciudad de San Lorenzo el 5 de diciembre de 1805 en la que ordena se le llame e intitule Fidelisima.

Excelencia

Por Real Cédula expedida en la ciudad de Madrid, el 16 de noviembre de 1818, se concede a la ciudad el tratamiento de excelencia a su Cabildo. Dicha distinción es concedida en atención a los informes presentados por don Hipólito Unanue, diputado de la provincia de Arequipa, y por el Ayuntamiento de dicha ciudad, sobre la participación de Arequipa en defensa de la causa real cuando se produce el levantamiento de la ciudad de La Paz en 1809.


Heroica ciudad de los libres
En la época republicana por un decreto dictado por el general Orbegoso, se ordena que el departamento y su ciudad capital se denominen «Departamento de la Ley» y «Heroica ciudad de los libres de Arequipa». El general Orbegoso instaló su gobierno desde el 13 de enero de 1835 en la ciudad de Arequipa, hecho que provocó que el general Felipe Santiago Salaverry se autonombrara Jefe Supremo de la República, con el pretexto de que el país se hallaba acéfalo, es decir sin presidente, pues Orbegoso se hallaba fuera de la capital.


El nuevo gobierno de Salaverry fue reconocido en diversos lugares del país, mas no en el sur del Perú, que continuó obedeciendo a Orbegoso. Un decreto de amnistía general, dado por Salaverry en mayo de 1835 y la convocatoria al Congreso que debía reunirse en Jauja, fueron señales de que la unificación del mando del país en manos de Salaverry era ya un hecho; sin embargo pese a esas acciones solo Arequipa a lo largo de todo el país acataba todavía la autoridad de Orbegoso, donde este había instalado su gobierno y en cuyo reconocimiento se le dio tal denominación.